viernes, 20 de abril de 2012

13- En mirar no hay engaño.

Hoy me puse mi mejor pinta para ir a trabajar. Él también andaba pintoso, ¡se veía tan lindo hoy! *_* Baba...Es que es como tan atlético, tan delgado, tan moreno, tan canoso, tan guapooo...aaahhh... Como que de repente pienso que se han dado cuenta la gente en Pegalandia, pero no me preocupa. Primero, es muy sacármela con "Paquito me odia, me trata mal. Yo siempre lo miro buena onda, le sonrío y nada, por algún motivo me tiene mala"; segundo, imaginarse algo entre Paquito, moreno, delgado, canoso, con-pinta-de-que-podría-ser-mi-padre, y yo, que soy alta, delgada, joven, imaginarse eso, chucha, hay que ser muy creativo, porque ni a mí me cabía en la cabeza a la primera; tercero, la weá no pasa más allá de miraditas (tensión sexual) y todos sabemos que en mirar no hay engaño, ¿no? Si no, estaríamos todos cagados.
Sé que esto se limita sólo a miradas, porque los peros prinicpales, que él está casado, y que es compañero de trabajo, son más fuertes. De hecho, Paquito tiene un cargo superior en Pegalandia.
Tengo ganas de decirle que lo encuentro guapo, así, caradura.

Pero... la realidad es otra. Llega el día viernes, nos vemos un poco, coqueteamos como siempre. Y luego te tienes que ir, porque allá en tu casa te espera tu señora y tus dos hijos...

Qué suerte la tuya, yo también quisiera estar casada y tener una familia propia que me espere en la casa.

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